2 de marzo de 2010

Un Baño de Pueblo


La noche poblada de luces, de trajin y de saltos, avanza el autobús despacio sacudiendo reiteradamente su contenido de piernas brazos , cuerpos cansados, el choque ocasional y molesto o fingido y mas molesto aun no deja de repetirse entre quienes apretujados, medio dormidos sudorosos de manos resbaladizas intentan ir de pie y no caer en un sitio donde además es imposible caerse.
  Y es que el peso de los cuerpos por las leyes de la física se ladean, se escurren, casi caen, solo el resto de los cuerpos logran detenerlos.
   Los mas afortunados ocupan un asiento pequeño donde compactan su humanidad y soportan el recargon de los que van de pie, cabecean con el riesgo de golpearse o ser bolseados inadvertidamente.
   El radio suena demasiado fuerte, los alaridos de una canción ranchera cargada de despecho se confunde con los ruidos del trafico, claxons, llantas embarradas al evitar un choque, insultos, arrancones… completado por la voz chillona de una joven que sube a cantar en el autobús y no hay forma de imaginar como pasará a pedir la cooperación por la exposición de su “talento”.
  El recorrido de un punto a otro es largo ,penoso, incomodo y desesperante, la noche se va cerrando mas, todo eso se suma a la preocupación de las acechanzas propias de una ciudad insegura, de la necesidad que se viste de robo, de asesinatos etc.
  Escuchar las conversaciones siempre cargadas de preocupación de quienes viajan contigo en el autobús, y te sobresaltas cuando alguien golpea la parte trasera del camión mientras dice una sarta de insultos porque no se ha respetado la parada.
  La jornada de trabajo se prolonga en el cansancio del traslado, en la demora del anhelado sillón , del necesario alimento, de la tranqilidad del hogar.
  Todo el peso del dia, los pendientes, las esperas, los retrasos, la programación del dia siguiente se acumula en tu cabeza, al fin llegas a tu destino… aun preocupado y distraído por nada te pasas, te has levantado de un salto y llegas a la puerta, ya el camión casi se encuentra vacio, todo le suena,parece una lata vieja al ser pateada, apresurado tocas el timbre, medio se detiene  el camión, bajas aun estando aun en movimiento porque sabes que acelerará de inmediato, la noche oscura te recibe… respiras el aire menos viciado que en el camión…caminas apresurado ,todavía faltan un par de calles  para llegar… te acomodas toda la humanidad maltrecha por el viaje tipo sardina, te sacudes un poco llenas los pulmones para despojarte de los olores de cansancio pobreza y sudor.
Mañana será otro dia...
Quetzalli la estrella del amanecer

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