5 de octubre de 2008

Ya no


Desnuda de pétalos la rosa
Seca sin más humedad la fuente
Sin frutos el árbol mas floreciente
Destrozada el alma más amante.

Promesas diste sin tregua
Criticando errores que eran de otros
Y la piedra a tu pie no puso asecho
Pues la llevas en los ojos y en el pecho.

Que pesada la carga que me diste
Cuando desnudaste tu alma y mutilaste
Mi humanidad, mi dignidad
mi alma femenina.

Mis pasos retrocedieron
El terror en mis ojos reflejados ,
Cayó la venda te mire y me mire en silencio
Los gritos llegaron más claros y amenazantes
Cayó la venda tu soberbia deseo aplastarme
Quiso dejarme ciega eternamente.

Tu rabia se volcó, me hizo daño,
Fue un dolor que no trajo placeres,
Fue un dolor seco lacerante,
En el alma, en la mente en mi yo interno.

Me fui de tí , tú te fuiste antes;
No quedaba del hombre amado ni una huella
O tal vez la venda al caer dejo muy claro
Que era mi ideal mi bien amado
Mas nunca en realidad en ti trazado.

Ahora me ves y yo te veo ,
Y me duele el pecho la garganta
Y el raudal que me embriaga de tristeza
Mi rostro inunda, sanara mi alma.

Desde la lejanía del pasado
tu brazo extiendes a azotar
Mi alma, mi fe, mi futuro limpio
Y yo debo dar la espalda sin rubores
Con coraje decisión y fuerza interna.

Déjame, no mas presiones,
No me busques ,no me llames, yo no existo
Si tu daño visitar quiere mi vida
Sabe que para ti no hay piedra removida.

De Quetzalli la estrella del amanecer.

1 comentario:

Vasdelao dijo...

El fin de la relación que se describe, esta dentro de lo que Sade, El Divino Marqués comprendería.
J. Losey con El Sirviente, nos presenta la relación inversa, también se da y la conozco.
Es el sumiso que corrompe al amo que lo hace inocuo, para ocupar su puesto, si lo hace bien ni se percibe.

Lejos esta la historia que aquí traigo, de hablar de estas cosas pero en las tres hay la abyección mas contumaz.
De Sade poco hay que decir que no se sepa.
De Losey, podríamos parodiar el titulo por la sirvienta.
Y ahora yo cuando entro de la mano de estos “genios” en la proximidad, de lo que cuento ¿Que veo? Un poder aberrante, un odio ciego una razón obtusa, y en el fondo una mujer triunfante. Vencedora de su dios y carcelero. No se puede con mas delicadeza decir no quiero por esto y por esto...
Gracias por dejarme ser tu amigo.