5 de febrero de 2010

Mi montaña

En la cúspide de la montaña, mirando la boveda celeste, en un extremo se oculta el sol y del otro empiezan a salir las estrellas, en la cúpide de mi montaña, tendida , blanca y vaporosa, sobre una piedra gigante, lisa, y contradictoriamente suave contemplo ese hermosisimo paisaje.
    Mi cuerpo absorbe una tibieza impresionante del entorno, miro las flores, alguna ave, miro las otras montañanas desde el punto donde estoy ...tan alto, es curioso ver la pequeñez del mundo  desde ese angulo.
   Las nubes son una cortina que se evapora y  reaparece, me envuelo en ellas, en esa sensacion de humedad, de cambio de desprendimiento, me siento una con ellas , blanca y vaporosa, liquida como soy.
    El cielo me abraza, extiendo mis manos y mi corazon a recibir ese abrazo luminoso, cosmico, paradisiaco.
   Una corriente de electricidad se manifiesta en mis pies y manos...
Me siento feliz, es hermoso este paisaje y me parece que empiezo a volar al encuentro de la naturaleza, del cielo y de los astros, una musica tenue, dulce, suave completa el ambiente...sencillamente es Precioso.
   Soy feliz.
Quetzalli la estrella del amanecer

2 comentarios:

Aniquiladora dijo...

Tranquilamente sentada junto a la ventana, veo caerse las hojas y salir las flores con el paso de las estaciones. Paz terrena.
Tus poesías de hoy trasmiten una alegría de la que carecían las anteriores. Quizás es demasiado atrevido por mi parte afirmar tal cosa, pero me hace feliz imaginar que es así.

Un besito enorme, amiga. Te deseo lo mejor. Aniki.

LOVV dijo...

Gracias Aniki, tambien te envio mi cariño envuelto en un beso y un abrazo.
Tan perceptiva como tú eres y ademas del conocerme en otras etapas.
Sin duda ahora me hago cargo de mi sonrisas y de mis estados de animo y los apunto para ir a mejor.
Son varios factores qe influyen en este cambio por un lado que estoy haciendo ejercicio(cosa que me era muy necesaria, ya sabes las visagras se oxidan) y por otra qe hay una persona cerca de mi a quien amo profundamente y corresponde mi amor, en igual medida, sin yugos, sin ordenes, sin dominio, y me siento tan plena.
Gracias por percibirme y sobre todo por compartir conmigo.

besos y abrazos transoceanicos.

la estrella del amanecer